El jazmín es una planta trepadora de origen árabe. Existe una gran variedad de jazmines; la mayoría tienen flor blanca, pero hay algunas variedades de flor amarilla o rosácea. Suelen florecer en verano, aunque también hay algunos que florecen en invierno.
El más conocido en Andalucía es el jazmín real, que tiene su floración en verano. La flor tiene color blanco y un intenso aroma dificil de definir, pero inconfundible para quien lo ha olido alguna vez, y que a pesar de ser muy intenso, es muy atractivo, de hecho es muy apreciado por su belleza pero sobre todo por su aroma. Unos jazmines cerca de nuestra cama nos ayudarán a ahuyentar los mosquitos mientras dormimos.
Es una planta muy importante en la decoración de jardines o balcones. Su flor es muy utilizada para realizar perfumes y desde luego en Málaga es famosa porque se utiliza para hacer una espectacular composición llamada biznaga con gran tradición.
Esta planta requiere sol o al menos estar en una zona entre sol y sombra para evitar que le salgan hongos. Es una planta que necesita mucha luz y mucha humedad, y una temperatura ambiente cálida, de ahí que en Andalucía encuentren un refugio perfecto para desarrollarse en el exterior.
La tierra del jazmin debe estar siempre humeda, aunque no conviene encharcarlo. Una vez terninada la floración hay que podarlo dejando únicamente las ramas leñosas, para conseguir que brote con más fuerza en la primavera siguiente y obtener una mayor floración.
En lugares frios se pueden criar en el interior de terrazas cerradas, siempre cuidando que tengan bastante luz y humedad en su tierra, pero que no les dé directamente el sol, ni tengan una temperatura demasiado alta. El jazmin es una planta muy asequible y lo podemos comprar en cualquier vivero.